divendres, 15 d’agost del 2008

GARO - Kaoru Mitsuki: cuando el peón es el eje de la partida, y quien mueve las piezas es el destino

ATENCIÓN: Recordad que si todavía no habéis visto la serie, la lectura de este texto os la fastidiará.

(Modificado el 19 de agosto de 2008. Las modificaciones se identifican por estar escritas en negrita y cursiva)

En el ajedrez, un peón es una pieza sencilla, de movimientos limitados, usada para dar apoyo a estrategias mayores; hay muchos, es sacrificable. También es la que hace avanzar la partida, la que puede dar la sorpresa y eliminar una pieza mayor o convertirse en una, excepto el rey. Pero que un peón en concreto sea el objetivo designado de las piezas mayores de ambos bandos es muy difícil, no tiene recursos para ser tan temido o tan valorado, a no ser que su carrera hacia a la línea base contraria o al rey enemigo sea bastante clara. He aquí a Kaoru: un peón privilegiado.

¡Y malditas las ganas que tiene serlo! Se encontró en esta partida por voluntad de otros y por voluntad de otros ha continuado hasta el final; no ha tenido ni voz, ni voto, ni siquiera puede ver el tablero de juego, y además, hasta muy tarde no sabe que está metida en ello.



Cap. 1. El cuento, su página final en blanco, el caballero dorado: estos recuerdos lejanos aparecen en los sueños de Kaoru anunciando la irrupción del pasado en el presente. Cap. 10. El oso de peluche: otro símbolo infantil que también se materializa porque lo conservaban en el editorial del cuento. Cuando en los sueños el oso se vuelve amenazador y la hace despertar trastornada, anucia que algo no es lo que parece, y que puede haber motivos para temerlo. Podría estar anunciando su parte oculta, la que ha fomentado y conocido Ryuzaki, la que la hace la víctima designada de Meshia que, al fin y al cabo, es un horror.

Una chica sencilla con sueños de grandeza, es decir, una chica muy normal, que gracias a sus sueños y a los acontecimientos que marcaron su subconsciente cuando era niña, se encontrará trabada en una partida mortal. Hija también de un hombre que de alguna manera se encontró igual, pero con mucha menos intensidad.

Kaoru es, pues, una pieza maestra en el entramado del destino, un peón codiciado por el consciente y por el inconsciente de los dos bandos. Todos ellos han venido al mundo a hacer su trabajo, el resultado del cual es más esperanza para la humanidad. Pero para conseguirla, todo tipo de amenazas se tienen que cernir encima para que las predestinadas piezas saquen los recursos de las profundidades de sus almas.

Kaoru, como buen peón, fue usada y mantenida en la ignorancia de su papel, cosa que ha evitado su desgaste. Este propósito del destino ha tomado diferentes formas en los que le habrían podido revelar lo que estaba pasando.

Barago es el caso más patente por lo que tiene de deliberación con objetivos poco éticos mantenidos a largo plazo. Sin duda él quería conservarla en toda su integridad, y se le acercó en forma del psicólogo Karune Ryuzaki, en el que podía desahogarse, que siempre la entendía, que nunca la presionaba, haciendo ver que tenía un interés profesional, pero cálido, por ella; ofreciéndole siempre apoyo y ánimos, acogiéndola cuando ella huyó de Koga y sentía los primeros síntomas de su próxima agonía. Creyó su historia. En ningún momento descubrió ni el más pequeño indicio de su mascarada. Por suerte, cuando la hizo patente ella ya había restablecido completamente su confianza en Koga.

Cap. 24. Kaoru ha sido poseída por Meshia. Pero ésta no quería compartir el poder con nadie y devoró en Barago. Koga y Rei lo pasarán mal para liberarla, ya que no podrán ni atacarla ni defenderse. Si ellos no hubieran estado dispuestos, ella habría permanecido para siempre como huésped de Meshia, o hasta que ésta hubiera dejado de encontrarla útil.

Koga es la otra pieza mayor que tenía en sus manos, de forma muy literal, la vida de Kaoru y que habría podido -debido- informarla. Es humanamente comprensible que a él le resultara difícil comunicarle lo que, de hecho, era una sentencia de muerte; pero era una obligación que él había aceptado cuándo renunció a ejecutarla tan pronto como fue contaminada con la sangre de horror. Parece que pretendía aplazarlo hasta justo antes de cumplirse los cien días límite cuando, previsiblemente, ella estaría lo bastante apurada para aceptar voluntariamente el sacrificio. Pero a medida que se acerca el momento de hacerlo él continúa igual de incapaz; se aferra a la vida de ella como si de la suya propia se tratara, hasta el punto que se arriesga a obtener él mismo el fruto de Barancas que tiene pocas posibilidades de conseguir. Y gracias a que él no podía accepar el destino fatal, Kaoru sobrevivió.

Aunque sólo lo hizo deliberadamente una vez, es cierto que Koga se aprovechaba de su poder de atracción hacia los horrores para hacer su trabajo. Pero ella continuaba viva, y a pesar de sus resistencias iniciales, acabó fiándose de él.


Cap. 5. Cuando Koga le dijo a la Kaoru (cap. 3) que la quería tener cerca -ya le había dado el anillo- ella lo interpretó como una proposición de matrimonio encubierta y se enfadó. Ahora, sin techo donde cobijarse debido a su desastrosa economía que la hace cambiar de un trabajo a otro, se aprovecha de aquella incauta proposición, prueba evidente de la ignorancia de él de las formas sociales. Él, que ya no se acordaba de la oferta -más bien mandato- le pide a cambio que haga algún trabajo en la casa. Kaoru no tendrá razón para quejarse de su honorabilidad y lo encontrará digno de confianza, pero se convertirá en blanco fácil de no pocos exabruptos.

Y fue una suerte que se llegara a este punto, porque este par quedaron encadenados el uno al otro desde el primer episodio. La pena es que esta confianza no sólo ya era patente, sinó también reforzada por otros sentimientos cuando fue traicionada. Por primera vez se produce una ruptura en la cadena que los une. Ella huye, sin el anillo, y ya no podrá ser localizada. Le costó mucho a Kaoru superar su terrible decepción. Sólo la proximidad de su muerte da oportunidad a Koga de demostrar con hechos sus auténticos sentimientos. La nueva cadena construida en estas circunstancias ya no será un anillo monitoritzador ni una espada de Dámocles de ningún tipo, sino que estará forjada de amor y de confianza, y los permitirá compartir sentimientos incluso a distancia.

Cap. 22. La alianza consciente de Kaoru con dos "piezas mayores" la ha convertido de peón a rey. Como tal, sus movimientos continúan siendo limitados y todavía es el centro de la partida, pero ya no se la mantiene en la ignorancia de nada.


La otra pieza mayor que le habría podido hablar a Kaoru es Rei Suzumura, y es sorprendente que no lo haya hecho, con el deseo que tenía de incordiar a Koga. Podría ser que creyera que éste era el responsable porque la había dejado viva y le tocaba matarla. También tenemos detalles que dicen que les creía amantes, o casi. El hecho es que Rei no pensaba tener autoridad para hablarle de según qué sin el permiso de Koga. Cuando por fin dijo algo, Kaoru ya conocía parte de la historia y el vínculo con Koga casi se había roto.

Tenemos derecho a preguntarnos si utilizarla como cebo fue la auténtica o principal razón que tuvo Koga para dejar viva a Kaoru, después de su primer encuentro en la galería de arte.

Cómo veremos, más avanzado en la serie, el famoso cuadro del paisaje debió impresionarlo más de lo que parece, sobre todo cuando se presentaron in situ y vio que incluso se había pintado a ella misma con el manojo que llevaba en las manos. Una inspiración muy especial. Quizás fue la creencia en este don de plasmar un momento del futuro, amplificado por las fuerzas naturales del mundo mágico, lo que impulsó a Koga a aprovechar la oportunidad ofrecida por la aparición del cuadro del Garo alado. Difícilmente estas alas podrían surgir en el mundo de los humanos así que, si lo tenían que hacer, tenía que ser en esta dimensión. En todo caso, él tuvo fe en que Kaoru podría activar su propia magia.



Cap. 24 y 25. En el mundo mágico Kaoru y Koga ven pasar los cuadros que ella ha pintado, más uno que todavía estaba en proyecto: un estilizado caballero de oro con alas. La mirada de él a ella es reveladora; en mi opinión se suceden estupefacción/admiración, ternura y "vamos a probar". Acto seguido, él toma el cuadro en sus manos y es absorbido por su corazón, para sorpresa de ella. Mientras Koga se las tiene con Meshia, ella es visitada por su difunto padre, que le aconseja que pinte, así alguien podrá sacar fuerza de las imágenes. Los elementos para pintar aparecen a continuación, y pronto el caballero alado toma forma. Apenas terminado, el cuerpo de Koga genera un estallido energético que funde a todos los horrores bajo los cuales estaba prácticamente enterrado, le ha puesto su armadura, le ha dado alas y, quizás, le ha amplificado sus habilidades o su fuerza.

Hay otro indicio de este don. En el episodio 14 ella ha pintado a Garo y a Zero espalda contra espalda; pronto los visualiza peleándose, como efectivamente sucede pocos episodios después, y sale corriendo a tratar de impedirlo... a pesar de su fracaso en apaciguar la hostilidad de Rei.

¿Otro posible indicio? Al final Kaoru regala a Koga uno de los cuentos de su padre y ha pintado la última página. ¡Qué habrá invocado ella, desde de el futuro, que hace llorar a Koga! La imaginación es libre.

¿Que está cogido por los pelos? Quizá. Pero una vez un horror disfrazado de escultor mediocre le da la respuesta al enigma de la página en blanco, qué ella estaba considerando seriamente: "es tu futuro", le dijo con una intención muy distinta.

A pesar de que en una ocasión, indignado, Koga tilda sus dibujos de "garabatos", es evidente que él no los considera así (ver la actualización escrita en el comentario al último screenshot); pero en este momento la palabra tiene un efecto más profundo sobre ella. Es precisamente cuando sabemos que ha olvidado qué le hizo querer ser artista; en pensamientos, se lamenta de no poder dibujar como antes, que los dedos no le obedecen. Es también cuando pasa su mano, como si fuera una caricia, por encima del dibujo de la mano izquierda de Koga, constituyéndose en la primera señal que tenemos de sus sentimientos hacia él. En suma, es un momento delicado.

Y será otro horror el que la ayudará a superar la crisis artística. La asesina en serie extirpadora de dedos le dirá que la magia de la pintura es que se puede plasmar lo que es importante de un momento. Kaoru lo entiende y se reactiva.

La parte de la crisis que depende de Koga no será tan sencilla de solventar. Él se ha dado cuenta de lo que sucede en su interior y está en plena fase de autonegación. La considera chapucera y que hace aspavientos, cuando lo único que pasa es que ella lo ignora todo sobre él y los usos de los Caballeros Makai, y que es una persona expresiva, muy al contrario de él.


Cap. 1 y 2. Embestir a una chica inmobilizándola contra una columna, agarrarla por el cuello, ponerle un mechero en la cara, e imponerle un anillo -qué ella no se puede sacar- que la mantendrá localizable en todo momento, no es la mejor manera de empezar una relación. Pero a Koga no le preocupa, y tanto le da perseguir a un horror hasta un quirófano o hasta el vestuario de un instituto femenino. Sólo él es capaz de dar órdenes tan absurdas como "esta noche no te acerques a relojes", o "quiero que desde ahora te quedes cerca de mi", sin ninguna otra explicación, y esperar que Kaoru obedezca. No es sorprendente que ella lo encuentre bastante antipático y no vea con facilidad la nobleza y la gentileza escondidas bajo su fachada arisca.

Oírse decir cosas como " ... y pesabas más de lo que me esperaba", o "no me interesan a los asuntos ajenos", o "me molestas, vete!", contribuyen poco a emocionar un corazón femenino. No es fácil imaginar qué puede haber unido a Kaoru y a Koga, tan distintos como son. Sin embargo, de todos es sabido que el enamoramiento es ciego y cualquier cosa puede activarlo.

No sé si es verdad, pero me de la sensación que, aunque se nos permite escuchar a menudo los pensamientos de Kaoru, tenemos poca información que nos permita deducir la evolución de sus sentimientos hacia Koga. Sabemos, eso sí, que le tiene una confianza implícita, fácilmente deducible a partir del final del capítulo 4. Ésto permite que Koga salga airoso cuando, en el episodio 11, después de que ella recupera los sentidos al serle devuelta su alma: alguna sensación residual debió quedarle en los labios del beso que él le había dado. Ella le pregunta si "no le ha hecho nada raro", y él puede mentir con toda impunidad.

Cap. 14. Con su mejor intención, Kaoru ha ido a ver a Rei, le ha regalado un pastel -él es muy goloso- y le ha pedido que haga las paces con Koga, con el deseo de que trabajen juntos. Rei, qué no se lo cree o no le interesa creérselo, la tumba sobre la cama y sólo la intervención enfática de su colgante-guía evita que la bese. Ella huirá tan dolida que al llegar a casa no sólo no se dará cuenta de que Koga se interesa por primera vez por lo que le pasa, sino que lo rechazará ásperamente, dejándolo con cara de "¿qué he hecho yo?"

Pese a la autonegación, Kaoru erosiona la pantalla protectora de Koga, y los signos ya no tardarán en verse. Ella debió darse cuenta de que algo había cambiado en él cuando volvió de su cita con el sacerdote Makai Amon. Ella misma parece emocionarse al verlo. Me parece como si los dos supieran, pero se empeñaran en hacer ver que no.

Lástima que él no fue capaz de hablar en este momento, cuando ya había un fruto de Barancas para ella. Tener que escuchar la verdad del tinglado por boca de un horror moribundo debió golpearla con mucha más fuerza que si la hubiera oído de él. Difícilmente ella habría quedado tan transtornada si la decepción no hubiese tenido un fuerte componente de descalabro romántico.

Si Ryuzaki/Barago la recibió en su casa o la fue a buscar él al saber que vagaba desamparada no tiene importancia. La cuestión es que le ofreció apoyo cuando lo necesitaba y la cuidó. Su oferta de dejarla quedar en su casa no debió responder tan sólo a hacerla sentir segura, sino a mantenerla bajo su potestad, ahora que se acercaba el día en que él tenía que hacer su gran jugada. Pero Kaoru tiene visiones espantosas derivadas de su estado de víctima de sangre de horror aproximándose a los cien días y huye asustada. Barago lo intentará, pero no podrá localizarla de inmediato.

Le habían dicho que le quedaban muy pocos días de vida, que su muerte sería agónica, que no tenía manera de huir de los horrores que la asediaban desde hacía meses, y había un grupo de locos Makai que quería matarla. Además, la persona en la que más había confiado, a la que había aprendido a amar, y a quien también había parecido gustarle, la había utilizado para su cacería de demonios, como buen adicto al trabajo que era. No es sorprendente que la pobre chica perdiera el deseo de vivir.

Cap. 19. Rei había encontrado y llevado a Kaoru al asentamiento Makai para chantajear a Koga. Éste consiguió liberarla gracias a una estratagema que le costó un combate a muerte con Rei. Pero ella no se deja impresionar por ésto, ni por verlo después herido e inconsciente, ni cuando Jabi, la sacerdotisa Makai que llega a tiempo de salvarlo, niega que hubiera mala fe de ningún tipo por parte de él. Kaoru no osa creérselo. La herida parece honda. A duras penas Gonza podrá retenerla.

No será hasta que ella empiece su último viaje que la esperanza llamará a su puerta porque Koga, ciego a toda evidencia que ella no quiere saber nada de él, tiene una voluntad más fuerte que cualquier reserva que ella pudiera mantener. Esta gran fe también se expresa esperando que Kaoru tenga fe en él, y así será a partir de ahora. ¿Alguien dudaba aún del poder mental de Koga?

Sobre ésto, psicológicamente hablando, podríamos establecer otra teoría -que podría complementar las otras- de por qué Kaoru fue dejada viva. Koga podría haber visto en ella, de forma absolutamente inconsciente, su huída de su absorbente mundo de tinieblas -si éste hubiera sido el objetivo de su alma- y, por lo tanto, fue el instigador involuntario de esta relación. Tal visión de las cosas explicaría por qué él es capaz de permitirla meterse en su vida y de desarrollar sentimientos tan apasionados por ella cuando, al ser él de naturaleza tan cerrada, necesitaría muchos años para alcanzarlo, o quizás no lo conseguiría en una sola vida.

En este caso, la cadena que les liga desde el comienzo, aunque es la misma, tendría dos vertientes: "yo te dejo viva y te salvo de los horrores que vendrán hacia ti", y "yo te secuestro para que me salves de los horrores que tienen secuestrada mi vida". La segunda vertiente de la cadena sería la que continuaría en activo al acabarse la serie, lo que señalaría la dependencia de Koga. Su fe y su amor le permiten dejarla marcharse a perseguir su sueño, pero ya hemos visto qué sucede cuando alguien se interpone efectivamente entre ellos, como hizo Barago. Koga no volvería a inclinarse hacia el lado oscuro porque ha aprendido una lección terrible, pero parece muy capaz de manifestar celos violentos, al menos hasta que él sea autónomo en el control de sus propias emociones y se equilibren con sus ideales. Habría otra posibilidad, sin embargo, si él perdiera la esperanza: se retiraría otra vez a su mundo de tinieblas, ahora como un acto suicida, cosa que sería coherente con su naturaleza introvertida.

Pero seamos realistas y consecuentes con la tónica de una serie que acaba bien: la voluntad/fe de Koga -qué es su propia magia- haría imposibe la aparición de alguien o algo realmente capaz de romper la cadena psíquica que lo une a Kaoru.

En justa correspondencia, Kaoru también tendría una razón psicológica inconsciente para construir su parte de la cadena. Estas cadenas siempre son cosa de dos, nunca de uno solo. Como se dice popularmente, dos no se pelean si uno no quiere. Koga nunca habría podido arrastrarla si ella no fuese la persona apropiada. De la misma manera, Barago no habría encontrado nunca a Kaoru o, de haberla visto, los símbolos no la habrían señalado como la mejor candidata a huésped de Meshia y habría continuado su búsqueda. Con su alianza con Koga, Kaoru podría estar buscando los medios de liberarse de esta parte oscura que se evidencia en su contacto con los horrores:

  1. - Está decidida a ser una artista famosa, y un horror que regenta una galería de arte le ofrece una oportunidad que, de otra manera, no habría podido obtener. Un serio aviso para que sea realista, qué trabaje más y sueñe menos (cap. 1).
  2. - Quiere ganar dinero fácil,y cae en las garras de una estafadora. Curiosamente, que ésta estuviera poseída es lo de menos (cap. 2).
  3. - Se da cuenta que se le pasa el plazo que se fijó de pequeña para alcanzar sus hitos pictóricos, y un reloj demoníaco la deja sin tiempo. Al final, incluso en Koga le dice que lo valore más, al tiempo (cap. 3).
  4. - También una crisis temporal -con sus correspondientes sombras- puede ser objetivo de los horrores. Ha olvidado por qué pinta, y un horror le da una respuesta que es el de la víctima a la que está poseyendo. A ella le vale, pero en vez de salir corriendo a aplicarla, se pone a tocar el piano -donde ha aprendido la Kaoru a tocarlo?- y cae de lleno en el terreno de la víctima del horror (cap. 8)
  5. - La obsesión con la página dejada en blanco por su padre en el cuento la hace meterse en el cubil de un horror que, lógicamente, tiene una respuesta que también ha resultado útil (cabe. 15).

Cap. 22. Como nosotros, también Koga tiene dificultades para entender por qué Kaoru ha sido escogida como huésped de Meshia. Ella parece perfecta, pero parte de la serie está dedicada a enseñarnos su parte oscura, la que hace que ella acabe poniéndose por su cuenta dentro de la órbita de algún horror. La atracción horrores-Kaoru es mutua. Koga la libera una y otra vez sin reconocer la evidencia que tiene en frente. No puede hacerlo: ambos se necesitan. Y el destino los necesita a ambos, con sus defectos y sus virtudes, para desencadenar los hechos que traerán más esperanza a la humanidad. Aquí tiene Koga la respuesta que Amon no le dio: los Caballeros Makai luchan, precisamente, para ofrecer más esperanza de que todo cambie.

Vencidos Barago, Meshia y Kiva, la humanidad no tendrá tanta presión añadida de horrores y se pueden abrir otras posibilidades. La cuestión no es si continuarán existiendo los horrores, sino si la humanidad podrá generar bastante luz para que cada vez tengan menos cabida. La luz se crea cuando los humanos aprendemos las lecciones del destino o, como dicen los orientales, cuando saldamos el karma. Es la forma tradicional de evolución espiritual.

"Y vivieron felices y comieron perdices". Quizá no tanto. El pobre Koga no sabe decirle a la Kaoru que la quiere, a pesar de haberlo demostrado con creces. Lo máximo que ha hecho ha sido apuntarle, presionado por las circunstancias, que la necesita, y que le ha abierto el corazón. Quizás ella sí que lo interpretó como una declaración de amor. Sinó, mal asunto.

Cap. 25. Kaoru se queda de una pieza -como yo- cuando su enamorado se despide de ella con un "me has dado mucho trabajo". Como ya es habitual, él se expresa mejor con sus acciones que con las palabras, y acto seguido hace una inclinación corporal pronunciada, y mantenida. Queremos suponer que no la acompaña al aeropuerto porque los horrores no le dan tregua.
Después de leer dos versiones subtituladas en dos idiomas distintos, me he encontrado con la sorpresa de que Koga decía algo muy distinto a lo que he anotado aquí, confiando en la traducción de los DVDs que tengo. Allí él le decía "tienes talento" . Ahora las cosas cambian un poco, verdad? Y apoya la teoría de que él realmente valora el trabajo de ella.


NOTA ESOTÉRICA. En la vida real, los horrores son los egrégores o formas de pensamiento de cariz imperfecto que se acercan a toda persona que tenga pensamientos similares a los que forman su materia prima, y la hunden todavía más de lo que ya lo está. También están los equivalentes a Caballeros Makai, pero no son un solo grupo de personas, sino muchos, repartidos por todo el mundo; unos actúan en comunidad y otros lo hacen solos. Cualquier persona que ponga su voluntad en la purificación de la especie humana y su entorno, se podría considerar un caballero makai. Resumiendo: pensamientos puros alejan formas de pensamiento perjudiciales. El cielo tiene esperanza en que salgamos de ésto -y hacer quedar mal a gente como Amon- por eso, de vez en cuando, envía a encarnarse a personas superiores que hacen una aportación extra de luz y enseñan a otros a utilizarla. Esperanza es lo único que tenemos.

Radix, muchas gracias otra vez por tu ayuda gráfica.

2 comentaris:

Yee ha dit...

I'm sure another wonderful insight to Kaoru characters, can you please translate to English? Thanks in advance!

Sara ha dit...

I am at it. But I am busy trying to arrange the dissasters made by the automatic translator, you know.